martes, 23 de septiembre de 2008

Un día que no voy a olvidar...


Era una tarde, domingo 2 de abril de 2074 y fue decisión ese día en Rosario Caótica, salir a dar unas vueltas en mi Ford Delorians, marca de automóvil que por el hecho de volar, recuerda aquel vehículo de la película “Volver al Futuro”.
Jamás me imaginé que aquel día, mi vida fuera a cambiar, por sentarme en las viejas escalinatas del mítico monumento a la bandera.
Luego de estacionar en el auto-puerto, comencé una recorrida por aquellos lugares que en mi niñez, me deslumbraban por tener en su historial, anécdotas de epopeyas importantes de nuestro país.
La tristeza invade mi alma, cuando recuerdo flamear, la vieja bandera celeste y blanca. Y cómo olvidar ese año, 2052, en que nuestra presidenta Florencia Kirchner, siguiendo los mandatos de sus antecesores familiares en la política, decidiera cambiar nuestro símbolo patrio por la bandera de barras y estrellas.
Susto y sorpresa a la vez, invadieron mi cuerpo, cuando una de las figuras de bronce del monumento recobró vida. En la escuela me habían explicado el significado de aquella nave, pero nunca imaginé que entre esos combatientes, estuviera Teseo, aquel que junto a Pirítoo, raptaran a Helena.
Sin embargo, con mi termo y mate computarizado, me mantuve expectante, hasta que él mismo decidió acercarse para narrarme una breve historia.
Su alocución comenzó con el relato del secuestro de Helena y luego el echar a suerte el futuro de aquella doncella, que por suerte le tocaría a él. Pero cuando volvió a Atenas, el pueblo no permitió la entrada de Helena en la ciudad.
Luego junto a su amigo decidieron marchar al Hades a raptar a Perséfone con la intención de convertirla en esposa de Pirítoo.
En su relato no se cansaba de recordarme su eterno amor por Helena e Ifigenia, la hija que según él ellos concibieron.
La tarde iba terminando, el sol se iba apagando dibujando fantasmagóricas figuras que se entrelazaban. La tristeza de Teseo era por el desprecio que él había sufrido de Helena y la elección hacia Menelao, su marido.
Esto era a modo de explicación del porqué se inmortalizó en el bronce de nuestro mítico monumento, mezclándose entre soldados y criollos. Según Teseo, muchas son las versiones sobre Helena, algunas dicen que fue divinizada, otros hablan de muerte.
De acuerdo al relato de este ser mitológico, ella sigue secuestrada en su poder y escondida en algún lugar, donde la pueden ver aquellos, que no sólo la miran con los ojos, sino también con la mirada del corazón.
Un día que seguramente no voy a olvidar, 2 de Abril de 2074.
Imagen: www.monumentoalabandera.gov.ar


Trabajo Práctico Redacción I - Prof. María Elena Sanchez

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