En busca de un destino común

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Desde los albores de la humanidad han existido seres con discapacidades diferentes; pero no es tan evidente un cierto movimiento de solidaridad por parte de sus congéneres para ayudarles a sobrevivir en un grupo social primitivo que nos imaginamos sometido a la ley del más fuerte y a la selección natural.
Las personas con capacidades diferentes proliferaron, y surgió la figura del profesor de educación especial, con todo esto, es lógico que la educación especial se haya organizado como un subsistema, dentro del sistema general educativo; pero el principal inconveniente de la escuela especial surge de la sociedad que esta fuera de la escuela.
En efecto, el proceso de integración del discapacitado en la sociedad es un proceso de dos vías: preparar al discapacitado para que se adapte a la sociedad y preparar a la sociedad para que los integre.
En el año 1884, se inicia la organización y consolidación del sistema educativo con la sanción de dos leyes importantes: la ley 1420, que organiza la educación primaria en los territorios nacionales y al año siguiente, la ley Avellaneda, referida a la organización de la Enseñanza Universitaria.
Hoy al igual que ayer, los gobiernos de turno diseñan y ejecutan políticas educativas tendientes a resolver problemáticas instauradas dentro del sistema educativo.
Las políticas asistenciales, dentro de la escuela, surgen como consecuencia del modelo social, político y económico que se caracteriza por ahondar la fragmentación social, propendiendo a alentar los fenómenos de exclusión y desagregación.
La escuela, dentro de este nuevo escenario social, se ha convertido en la receptora de una serie de demandas que antes, o en otros lugares, correspondían a otras instituciones.
Casi 500.000 chicos argentinos menores de 14 años se ven empujados, por distintas razones a trabajar, y el hecho de que estén ocupados, aunque se trate de unas pocas horas por semana, tiene un fuerte impacto en su educación.
En el tránsito de la vía hacia la integración escolar de las personas con necesidades educativas especiales, nos hemos encontrado con ciertos elementos que actúan como piedras obstaculizadoras de dicho proceso.
Se observan instituciones sin rampas de acceso lo cual torna más difícil el desplazamiento de los niños con impedimentos físicos, salones de pequeñas dimensiones, filtraciones de agua y problemas con las tuberías que en épocas de lluvia impide la entrada a la escuela lo cual interrumpe la rutina escolar.
En la mayoría de los casos, los salones cuentan con una matrícula abultada que sobrepasa los niños a cargo de un solo docente de aula para la etapa básica .Esto genera quejas por parte de los docentes en relación a la carga que les implica la atención de un niño especial en estas condiciones.
Sin embrago, hoy en día en la ciudad de Pérez y desde el comienzo de la gestión del actual intendente Darío Corsalini, el 10 de diciembre del 2003, se pone en marcha la Dirección de Acción Social Municipal.
Los responsables a cargo son Mauro Rojas, Secretario de Desarrollo Social, Tercera Edad y Discapacidad en conjunto con la Lic. Rosana Fornaciero como directora de Acción Social.
En diálogo la Lic. Fornaciero nos explica que “la función de esta dirección es trabajar directamente con atención a la demanda, teniendo un registro único de personas con discapacidades, y a la vez, el mismo se divide en distintas áreas en donde se deriva según la prioridad”.
Es bueno destacar que la ciudad cuenta desde el 1983, según decreto Nº 2321/83 del Ministerio de Educación, con la Escuela de Enseñanza Especial Nº 2072.
En la actualidad, este establecimiento recibe a diario a 30 niños y adolescentes con diferentes problemas y patologías, pero a la vez con muchas ganas de aprender y ganar ese lugar que les corresponde en la sociedad.
Siguiendo con su reseña la profesional comenta que, “Desde la Dirección de Acción Social, se realiza un aporte importante, no solo económico, sino también con distintos materiales didácticos y la posibilidad de utilizar la pileta climatizada de un club local, que mejora, a través de ejercicios en el agua, el desarrollo corporal de los alumnos. Esto llama a la apertura de la comunidad a participar activamente en bien de esta minoría especial".

En el futuro es de vital importancia, que no solo se imparta la educación básica esencial, sino también la que lleve al desarrollo de la persona integral, donde a través de una educación de capacitación profesional y ocupacional haga de estos seres especiales verdaderos participantes en la comunidad toda.
Dijo un pensador: “Nosotros somos personas comunes en busca de un destino especial, ellos son personas especiales en busca de un destino común”.


Pablo Fellipelli











TESTIMONIO
• Lic. Rosana Fornaciero – Dir. Acción Social Municipalidad de Pérez

BIBLIOGRAFIA

• “La escuela ordinaria ante el niño con necesidades especiales” – Miguel Toledo Gonzáles. Santillana
• “Escuelas y justicia social” – R.W. Conell
• “Las necesidades educativas especiales en aulas ordinarias” – Gerda Hanko. Ediciones Paidós.
• “Propuestas” – Revista aniversario Sociedad Italiana – Pérez - 1995